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martes, 6 de diciembre de 2016

3ª JORNADA EN EL ATLAS: TAMEZGIDA Y RAS

Cuando empecé a planear en mi mente esta aventurilla, lo que menos me llamaba de subir al Toubkal era hacerlo "express". Hay salidas de 3 días. El primero para viajar, sedundo subir a Imlil y de allí directo a la cima, y bajar, o hacer una noche en el refugio, bien la primera o la segunda. Subir un 4000 está bien, pero ¿venir hasta aquí para darme esa paliza? A ver, muchas veces lo he hecho, esas salidas express, sobre todo a Pikos de Europa, con un palizón de carretera y cimas. Incluso al pirineo occidental, hasta Panticosa. Pero quería otra cosa. Cuando vi este trekk, y sobre todo, vi la posibilidad de hacerlo en el puente de diciembre, me dije que este era "mi" viaje.

La verdad, la jornada de ayer estuvo muy pero que muy bien, pero a toro pasado, esta ascensión a la segunda y tercera cumbre del Atlas, para mi fue lo mejor del trekk. El ambiente, pero sobre todo, el hecho de que estas dos cimas, sobre todo el Ras, creo que tienen un puntito más de dificultad que el Toubkal. Así que, aunque aun no lo sabía, esta fue la mejor jornada en el Atlas.

Nuevamente me levanto con dolor de cabeza. Es mi tercer día por encima de 3000 mts, y no sé si es que no me aclimato bien a la altitud, si es que duermo en mala postura, o qué, pero todas las mañanas me despierto con el mismo dolor de cabeza. Por cierto, que la noche no ha sido mucho más calurosa que la anterior, aunque mis compañeros dicen que han pasado calor. Yo desde luego, de calor nada. Una vez más, el ibuprofeno hace milagros, y cuando salgo al exterior, ya no quedan rastros de la jaqueca.



La subida de ayer al Toubkal. Hoy en lugar de cruzar el Rheraya e ir hacia el este, seguiremos el cauce del río, en dirección sur.


Nos hemos tomado la salida con muchísima calma, preparandonos. Al final hasta las 7 y cuarto no nos ponemos en marcha. Las dos siguientes fotos son de Michel, en las que salgo yo (para una vez que me sacan...)


Arrancamos.


Siguiendo el valle del Rheraya


Dirección sur hacia el collado. Ayer había huella más o menos marcada. Hoy casi tuvimos que abrirla nosotros. Estos dos picos son mucho menos frecuentados que el Toubkal, en el cual, por cierto, ayer hubo muy poca gente, pero hoy ya hemos visto que había "procesión".



En cambio en nuestra dirección no sube nadie.


El Akioud recibe los primeros rayos de luz.


Pero a nosotros no nos llega en el fondo del valle.




La ascensión es dura pero gradual, no hay palas con una fuerte inclinación. En general la ascensión está siendo más tendida que la de ayer, pero eso sí, la nieve no está tan bien, y sobre todo la huella la vamos haciendo nosotros, bueno, los dos que van delante, porque lo que es yo, poca huella abrí.



La pala antes del collado sí que es algo más seria.


Vista atras



No podía dejar de pensar en lo que sería bajar por aquí. La nieve está perfecta para esquiar.


Saliendo al collado, donde al igual que ayer, sopla un viento fortísimo y helador. Imposible quedarse aquí.


Buscamos refugio detrás de esas rocas (foto de Michel).


Esculturas en el hielo


Bou Ouzzal, una magnífica cima amesetada, donde se puede ver como pegaba el viento.


Detrás mío el valle que desciende hacia el sur. En esa vertiente, hacia el SE, el panorama cambia. Las barranqueras se imponen, y un clima mucho más árido. Aun queda para el desierto, pero se nota la barrera climática de estas montañas.



Fotos desde nuestro improvisado refugio. En cuanto te salías del abrigo de las rocas, el viento azotaba furiosamente.


Más esculturas de hielo.


Tras un buen rato remoloneando (es que cuesta exponerse al viento), salimos, y comienza la parte más difícil y bonita de la ascensión


Aquí sacamos casi todos los piolets. La zona es muy inclinada, con algo de exposición a nuestra derecha.





En alguno de los tramos más inclinados. No se aprecia mucho, pero aquí el patio era majo.


Es pico lo bordeamos por la derecha (izquierda de la foto que está tomada mirando hacia atrás).


En grupo superando las últimas dificultades (foto de Michel).


 2 fotos muy parecidas. Un corredor invita a seguirlo, pero había demasiada nieve, y decidimos seguir más pegados a la cresta, aunque en algún punto obligaba a trepar en mixto.



No he estado en Alpes, pero ¿tienen mucho que envidiar a esto?


Finalmente la cresta cede a una amplia pala que bordearemos por el sur hacia el collado entre el Ras, cuya doble cima queda sobre nuestras cabezas a la derecha, y el Tamezgida, en frente.


El Toubkal observa nuestras evoluciones


En grupo, en la amplia pala


Foto hacia el este. Detrás de aquella sierra parece adivinarse una franja amarillenta. Según me dijo el guía se trata del desierto. Entre nosotros y aquél, la zona de barranqueras que describí antes.



En el collado parada técnia. Algunos deciden no subir al Tamezgida e ir directos al Ras. Otros subimos a la cima del Tamezgida, que así en principio no parece seducir demasiado, la verdad.


Vistas hacia el SW, donde se adivinan otros picos nevados (Antiatlas)


Subida al Ras (lo haríamos después)


Subiendo al Tamezgida.... sin palabras



TAMEZGIDA (4.089 MTS), mi tercer 4000. Esta es la segunda cima del Atlas, tan solo por detras del Toubkal.





Pese a que desde abajo, esta montaña no parecía muy atractiva, la verdad que arriba, y pese a que el viento, que en el collado apenas pegaba, aquí sopla furioso, las vistas son de infarto.




Mi madre me preguntó a la vuelta como se ve el mundo desde 4.000 mts. No la supe contestar. Las fotos son un pobrísimo reflejo de lo que realmente es. No son solo las vistas. Es el viento cortandote la piel. Es el sol calentandola. Es la mezcla de esfuerzo en alcanzar la deseada meta, y la euforia por haberlo logrado, y la preocupación de saber que tienes que volver por los pasos y las crestas, y las aristas que has subido previamente. Es imposible describir ese sentimiento. Como es imposible describir lo que se siente cuando bajas y contemplas algo así.


En el collado recogemos las mochilas (que habíamos dejado), y subimos hacia el Ras.


Antecima del Ras. El auténtico está ahí detrás.


Queda ese último paso, y una última trepada. Para mi lo mejor de todos estos días.


No se aprecia, pero el pasito se las traía, porque había pendiente bastante inclinada para ambos lados, y el viento soplaba.


Pero fue, con diferencia, lo que más disfruté de toda la travesía.


RAS (4.083 MTS). Creo que la foto lo dice todo.


Arriba me quedé el último para poder sacar una panorámica de 360º:


Comenzamos el descenso. El destrepe


Y el paso (foto de Michel):


Deshaciendo los pasos



Las sombras de los montañeros en la arista



Nos cruzamos con dos montañeros que iban a subir por donde nosotros habíamos subido.




El valle del Rheraya, a donde hemos de volver. No bajamos por el collado, sino en un momento dejamos la cresta, para bajar directos por una inclinadísima pala



La nieve estaba perfecta para esquiar, o me lo parecía a mi, que ya echo de menos las tablas?


El collado. Ahora con el sol, y hoy que ha salido mucho más caluroso que ayer, el riesgo de aludes crece.



Pero enseguida salimos a zona más segura.


En el refugio. Efectivamente, hoy el día ha salido mucho más caluroso que ayer, y salvo arriba, donde el viento refresca muchísimo, aquí abajo, hacía bastante más calor.


RESUMEN Y DIFICULTAD: Jornada algo más larga que ayer, unos 9 kms, y también en torno a los 1.000 mts de desnivel. En mi opinión mucho más técnica que la de ayer. Varios pasos en la cresta desde el collado intermedio hasta el collado entre el Ras y el Tamezgida de primero y segundo grados, algunas en mixto, y con bastante patio en todo momento. Aunque se disfruta, hay que andarse con cuidado en todo este tramo. La subida al Tamezgida no tiene nada, y la subida al Ras, para mi lo más bonito, ese estrecho paso nevado entre las dos cimas, y la trepada final. Aun siendo fácil (no pasa del I), que bonito y que sensaciones. Me quedo con esto de toda la travesía.

A las 2 y media llegamos al refugio, con la comida preparada (es lo bueno de venir con viaje organizado). Nos llevó 7 horas y media, pero creo que nos lo tomamos con calma. Mejor. Más tiempo para disfrutar de esta preciosa jornada. Al día siguiente nos vamos, aunque antes, intentaremos la ascensión al Akioud, para posteriormente descender a Imlil. Quedamos para desayunar a las 4 y media. A mi casi me da algo. Esto no es madrugar, si total, el monte no se va a ir. La verdad que hicimos bien en madrugar. Pero que muy bien.....

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